Descolocando el orden de mi vida, nuevamente, ahora comienzo por un 5 de diciembre y prosigo, como en una cuenta atrás, hasta mediados de noviembre. La causa principal es que prefiero actualizar con fotos… para que sepan que lo que digo es, la mitad real… la otra mitad fantasía jajaja, pero al menos que haya pruebas… pero el caso es que desde que estoy aquí, me siento de todo menos turista, y la cámara la tengo abandonada.Parma es pequeña, pero merece la pena ir a visitarla. Y recordad esto muy bien, clavároslo a sangre en la piel: “Sois estudiantes de arte”. De esta manera no importa el precio que debas pagar para ver un u otro lugar… todo será gratis, basta con enseñar la tarjeta de la Unibo, que no hace distinciones entre un estudiante de arte y otro que no lo es. De este modo entramos en el Baptisterio de Parma, espectacular.
Y ya de forma gratuita, también, perdernos por la ciudad, ver el Duomo, también recomendable, o jugar como niños en la calle, y es que nos topamos con una jornada de juegos de circo… y como somos muy payasos…"
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