Examenes, practicum, despedidas... planes de vida. Dicho en palabras ocupa tan poco... por desgracia, mi cerebro y corazón no se forma solo de letras y papel.
Puedo decir que hago la calle, que me la recorro por completo, bajo el sol abrasador que presagia una aútentica devacle en verano. Observas, más que miras, porque al final tienes que escuchar más que hablar... y sin querer aprendes más que enseñas... Eso sería lo que contestaría de recibir la pregunta "ey! y que es eso de ser educador de calle?" ... Pero aún así, me lo sigo preguntando a mi misma. Y no paro de pensar que ahora soy más educadora que estudiante de Educación social... y que sé yo que será de mi vida, que narices debo hacer... y donde debo terminar... tengo 21 años... Soy más sabia y más torpe.
No hay comentarios:
Publicar un comentario